confieso que no me arrepiento absolutamente de nada, si llegara a morir es porque entregue mi vida y lo hice por amor; esa es la mejor parte de todo. porque supe entregarle hasta la última parte de mi corazón, porque entendí que debía hablar con el corazón, ver con el alma y escuchar con mi silencio, todo lo que hice fue únicamente por el, por mi felicidad junto a la suya, por lograr el amor infinito.. pero no conseguí nada,
solo migajas que no alimentan y heridas que no sanan.
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